Descripción

Ante la imposibilidad del medio teatral como plataforma para la expresión artística, Teatro en el Incendio ha investigado los medios digitales como escenario para el encuentro con el espectador, con el objetivo de propiciar una experiencia estética.

 

A partir del concepto “crossmedia” del marketing, en el que se complementa o diversifica una narrativa en varias plataformas, se crea esta experiencia que nos lleva a saltar de una plataforma digital a otra para asociar las partes y construir la historia que nos invita a reflexionar, entre otros temas, sobre la homofobia interiorizada, el amor entre hombres en una sociedad machista, el sentimiento de marginación, la relación entre padre e hijo, entre otros.

 

A través de fotografías y vídeos de formas corporales estáticas y en movimiento, video-danzas, voces en off susurradas, y textos y audios enviados en vivo, por medio de Instagram, WhatsApp y la página web, se conduce al espectador en este convivio tecnológico que persigue generar la sensación de intimidad, con una dinámica de interacción que resulta muy similar al día a día del espectador en su comunicación y consumo de información por redes sociales.

 

El espectador es convocado a un grupo de WhatsApp en el que solamente los administradores pueden enviar mensajes y enlaces a las otras plataformas; ahí recibe las instrucciones y comienza a atestiguar cómo en tiempo presente se desarrolla una ficción que lo vuelve parte, como voyerista o haciéndole sentir que es el interlocutor del personaje.

 

Por otro lado, la abstracción hacia la danza y las voces en susurro, permiten al espectador intuir el estado interno de los personajes e interpretar las situaciones que no están siendo representadas literalmente; contribuyendo con la sensación de espionaje, haciéndolo sentir un observador desde la lejanía, pero, al mismo tiempo, consiguiendo un “zoom in” a los pensamientos secretos de los personajes.

 

Aunque el misterio se va develando clara y contundentemente, manteniendo el suspenso y la expectativa, la obra también permite que el espectador interprete desde sus propios prejuicios, y que se sensibilice ante el confinamiento al que se ven obligadas algunas personas para evitar el escarnio, metaforizando el miedo a la discriminación con el delirio de persecución.